domingo, 26 de septiembre de 2010

Simplifica Tus Cosas - 1ra Parte

'Para una buena vida: orden y medida'.
Anónimo
Dentro de las áreas de simplificación de nuestra vida que mencionamos, la primera es la que tiene que ver con nuestras cosas.

Cientificamente está comprobado que mientras más cosas existan a nuestro alrededor que nos generen diferentes estímulos, más dificil se nos hará concentrarnos y descansar. Sobre esta base es que surgió precisamente la arquitectura minimalista y las técnicas para ayudar a los menores con sindrome de deficit de atención (SDA).

Tener un sitio ordenado ayuda a nuestra mente a descansar de todos los estimulos constantes que estamos recibiendo y a los que estamos expuestos durante todo el día. Poder llegar uno a su casa y encontrar un lugar de recogimiento y relajación para nuestro ser, siempre ayudará en recobrar energías y liberar nuestro estrés.

Veamos entonces algunas sugerencias para ello:

1. Desenrede su lugar de trabajo: Como seres humanos podemos hacer muchas cosas y aplicar enormes cantidades de energía en ello, pero para ser efectivos no podemos hacer estas cosas todas a la vez; tenemos que hacerlas una por una. Uno de los más grandes factores causantes del estrés es el querer hacer demasiadas cosas al tiempo. Cuando no sabemos entonces por donde empezar, tampoco sabremos hacia dónde ir, no avansaremos.
¿Cómo podemos lograr esa efectividad? He aquí unas recomendaciones prácticas:
     a. El método de la mesa vacía: Ordenar por partes no produce mucho... ¡o ordenamos del todo o no ordenamos! Y la mejor manera de hacerlo es desocupando todo. Saqué todo lo que tenga en su armario, sobre su escritorio, etc. Póngalo todo el el piso y empiese a ordenar de nuevo clasificando las cosas en su sitio correcto y también sacando aquellas cosas que en realidad ya no necesita. Decida si esas cosas van a la caneca o si se pueden regalar a alguién que les pueda sacar el jugo. ¡Pero: no regale basura!
     b. El método de los cuatro morritos: Se dice que este método se lo inventó el presidente estadounidence Eisenhower, y es muy sencillo. Separe todo lo que va a ordenar en 4 sencillos morritos:
          - Lo de botar: Aquí puede poner una gran caja o una caneca, pues acá van todas aquellas cosas que son para botar: papeles, folletos, etc. que usted ya no va a leer, que son viejos y que no le sirven de reciclaje.
           - Lo de delegar: Aquí van todas aquellas cosas que usted puede darle a otros, bien sea como regalo que les es útil o para que ellos se encargen del asunto: llamadas, fotocopias que otro puede hacer, ropa y cosas viejas pero en buen estado que se pueden regalar, etc.
           - Lo importante: Ubique aquí todas aquellas cosas que tiene que hacer usted mismo y que tiene que hacer pronto. Sea consecuente y piense de una vez lo que va a hacer con aquello que ubique acá, y de ser necesario agéndelo.
           - Los milagros: En este último espacio van todas aquellas cosas que, mientras va ordenando y organizando, ya puede ir haciendo y atendiendo a través de cualquiera de las acciones inmediatas: llamada telefónica, fax, correo electrónico, archivo.
     Al aplicar este método tenga siempre en cuenta las siguientes reglas básicas: No haga morritos intermedios, solo coja cada objeto una sola vez, no creé más morritos.

2. Organice su oficina: Los morros de archivos y los Post It llenos de los 'asuntos por hacer' nos llenan de más complicación que de ayuda. Veamos cómo podemos rápidamente descomplicar nuestra vida también acá:
     a. El morro de archivos: Paso 1: Deshágace radicalmente de él. Bote todo lo que lleve más de medio año en espera y todo aquello que está claro que no va a hacer ya. Paso 2: Pasé todo su morro a un archivero colgante. Al hacerlo se ve obligado a clasificar la información por temas y/o colores, y eso le ayudará a tenerlo automáticamente organizado. Siga la siguiente regla: ningún documento o papel debe permanecer más de tres meses en el archivero, a menos que este sea un archivero final en donde estén documentos que por razones de ley o financieras pudieran ser requeridos en un futuro. Pero eso sí, nunca archive y guarde cosas que después de hacer sido realizadas no volverá a necesitar jamas.

Veamos entonces 10 reglas básicas de la organización de archivos:
     1. Siempre que haga atendido un asunto, archívelo inmediatamente en el lugar correspondiente, pero únicamente aquellas cosas que se requieren después para consulta o verificación. Aquello que vuelva a ser necesario va al archivero 'basura', a la caneca. 
     2. Aquellas cosas que no quepan en el archivero pero requieran de ser ubicadas, póngalas en otro lugar, pero ordenadamente.
     3. Los asuntos que tenga que atender, las listas de 'cosas por hacer', páselas inmediatamente a la agenda y en términos realistas. Tómese después tiempo para priorizarlos.
      4. Invéntese nombres inteligentes para los lugares de archivo, que le recuerden el tema principal relacionado con ese archivo.
     5. Asegúrese de que su archivo cobre vida. Cámbiale regularmente el nombre a los archivos a medida que pasan de un lugar a otro.
     6. Tenga un archivo en el cual estén las cosas que siempre necesita de manera rápida a mano: papelería, etc.
     7. Sea consecuente en el uso de su sistema de organización. De nada sirve que lo tenga si no se atiene a el.
     8. Si las carpetas que usa para archivar lo permiten, use la parte del frente de ellas para apuntar datos importantes sobre su contenido.
     9. Sea creativo e innovador. Encuentrele siempre nuevos usos más originales a su archivo.
     10. Asegúrese de revisar regularmente su archivo e ir sacando todas aquellas cosas que ya no deben estar allí.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Simplifica tu Vida - El Estrés

Fórmula antiestrés: primero no preocuparse por las cosas pequeñas y segundo recordar que casi todas las cosas en esta vida son pequeñas.
Anónimo

¿Qué es para usted simplicidad?

Como ya mencionabamos en el tema anterior, el objeto principal de la serie que vamos a tratar es ayudarle a hacer su vida más sencilla y a salir de los esquemas de complicación que fuimos construyendo a lo largo de los años y que nos generan un alto nivel de estrés.


Para ello necesitamos entender primero lo que és el estrés y cómo se genera este. En nuestro concepto el estrés se genera precisamente y en gran manera de lo complicada que hemos convertido nuestra vida.

Según las definiciones generales el estrés es 'una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada', y muchas veces dicho estrés se debe a decisiones que hemos tomado y que van complicando nuestra vida hasta el punto en que ya no encontramos una salida o la demanda sobre nosotros es más de lo que podemos antender.

Existen dos tipos de estrés: el estrés negativo y el positivo (eustrés). El estrés negativo cobra un precio mental y físico, y a menudo surge cuando existe un conflicto entre nuestras creencias y valores, y lo que pretendemos hacer. El estrés positivo o eustrés es la tensión creativa que se da cuando trabajamos en algo que nos gusta. Esta tensión creativa es la que nos sostiene a pesar de una demanda y exigencia grandes, y nos hace lograr metas que de otra forma no lograríamos.

Para saber si te encuentras cerca a una situación de estrés negativo, evalúate a través de este pequeño test. Responde a cada pregunta sencillamente con 'sí' o 'no':


1. Tomo por lo menos una comida caliente y balanceada al día.
2. Duermo de 7 a 8 horas, por lo menos 4 veces a la semana.
3. Doy y recibo afecto regularmente.
4. Tengo por lo menos una persona cerca con la que puedo contar.
5. Hago por lo menos 2 veces por semana ejercicio al punto de sudar.
6. Evito al máximo fumar, tomar o cualquier otro vicio que afecte mi cuerpo.
7. Estoy en el peso adecuado para mi estatura.
8. Tengo los ingresos suficientes para cubrir mis gastos.
9. Encuentro fuerza personal en mis creencias y prácticas espirituales.
10. Regularmente asisto a actividades sociales o me reuno con otros.
11. Tengo un grupo de amigos y conocidos.
12. Tengo uno o más amigos a los que puedo contarles mis cosas.
13. Estoy en buena condición física y de salud (incluyendo vista, oido y dentadura).
14. Puedo hablar de mis sentimientos incluso cuando estoy enojado, frustrado o preocupado.
15. Tengo conversaciones regulares con quienes vivo y trabajo, acerca de las situaciones regulares en mi vida (dinero, aseo, etc.).
16. Hago algo que me divierte por lo menos una vez por semana.
17. Soy capaz de organizar mi tiempo efectivamente.
18. Saco tiempos durante el día de tranquilidad y meditación para mi solo.
19. Tomo por lo menos 2 veces al año unas vacaciones en las cuales me desconecto consecuentemente del trabajo y la rutina diaria.
20. Busco mantener una buena relación con todos a mi alrededor.


Si al sumar los 'si' y los 'no', resulta que la mayoría de respuestas son 'no', entonces se encuentra cerca a un momento de estrés negativo. Si la mayoría de respuestas son 'si', entonces va bien en el manejo del estrés y esta serie le ayudará a mejorar más todavía.

Como seres humanos todos tenemos la tendencia a buscar la simplicidad de las cosas, a querer tranquilidad y descanso. En cada persona y según su tipo de manera diferente, pero en general algo que nos ayude a recuperar nuestras fuerzas y energías. Es por eso que incluso áreas como la arquitectura buscan ayudar en ello con técnicas como el Feng Shui o la arquitectura minimalista, y esa es también la razón de porque el turismo ecológico cobra cada vez más fuerza.

En el próximo tema entraremos ya en materia y veremos las sugerencias para cada una de las áreas que hacen parte de nuestra vida, y que al simplificarlas harán nuestra vida más relajada.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Simplifica tu Vida

'Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado.'
George Sand (1804-1876) Escritora francesa.
'Por qué hacer las cosas sencillas, si se pueden complicadas.'
Dicho popular

Muchas veces vivimos de acuerdo a ese último dicho... nuestra vida es un mar de complicaciones. Pero pocas veces nos preguntamos por qué, y todavía menos veces hacemos algo para cambiar las cosas.

Pero, ¿por qué nos hemos complicado tanto la vida? ¿Qué paso con la simplicidad de la vida que llevabamos de niños? ¿Será que eso se puede recuperar?

Yo estoy totalmente convencido de que sí. Pero, requiere de un compromiso muy serio con nosotros mismos, pues hay varias áreas de nuestra vida que están involucradas en dicho proceso.

Para entrar entonces en materia con respecto a cada punto de estos, vamos primero a hablar del estrés, los tipos del mismo y cómo este se produce. Después hablaremos de los diferentes niveles de organización en nuestra vida y de cómo simplificarlos para bajar nuestros niveles de estrés.

Partimos de la premisa de que 'el que es fiel en lo poco, puede liderar en lo mucho'. Si gerenciamos de manera correcta y sabia nuestra vida, está se volverá menos complicada y más motivante. Entonces, para gerenciar nuestra vida, requerimos conocer primero cuáles son las áreas de ella que requieren ser tenidas en cuenta y cuál es su orden de organización.

Los niveles de organización en nuestra vida y su orden para empezar a simplificarla son los siguientes:
  1. Nuestras cosas: todo aquello que nos rodea físicamente todo el tiempo - nuestro escritorio, nuestro cuarto, las cosas en él, nuestros espacios personales...
  2. Nuestras finanzas: el dinero con el que contamos, nuestro sueldo, nuestros ahorros, nuestras inversiones y todo su manejo...
  3. Nuestro tiempo: el manejo de nuestro tiempo, su uso y planeación efectiva...
  4. Nuestra salud: el cuidado de nuestro cuerpo, nuestra alimentación, nuestro descanso, el manejo del estrés en nuestra vida...
  5. Nuestras relaciones: empezando por las relaciones más importantes: Dios y nuestra familia, después nuestras amistades y las relaciones en general con todos los que nos rodean, incluyendo todos los otros seres vivos: animales y plantas...
  6. Nuestra pareja: si estamos casados o tenemos novio/a, si elegimos permanecer solteros... Todo esto influye en nuestra complicidad o sencillez de vida.
  7. Nosotros mismos: somos talvez los seres más complicados de todos. Podemos fácilmente ayudarle a otros a hacer más sencilla sus vidas, pero cuando se trata de nosotros mismos y nuestra propia vida solemos fracazar.

A lo largo de esta serie temática de 'simplifica tu vida' estaré dando diferentes recomendaciones y tips para que puedar hacer más simple tu vida personal.

Por ahora, una pequeña tareíta: Saca un espacio de tu tiempo para estar a solas contigo. Durante ese espacio tóma un tiempo para analizar cada una de las áreas nombradas anteriormente. Califica de 1 a 10 (siendo 10 el mayor y 1 el menor puntaje) tu nivel de satisfacción y de complique en cada una de esas áreas. Si puedes, busca identificar qué es lo que ha complicado ese área, y qué acción concreta podrías ir tomando para cambiar las cosas.

A partir de la próxima estaremos tratando ya cada uno de las áreas más profundamente.

Cordialmente,

Tu Coach David