Ahora que el coaching empieza a ser conocido y a ponerse de moda en
muchas empresas y para muchas personas, muchos piensan que el coaching es la
más efectiva disciplina para el cambio. Sin embargo, el coaching, aunque efectivo, también tiene sus limitaciones. El
solo coaching no es suficiente para generar siempre cambios duraderos. Los
cambios que perduran no solo dependen de la disciplina personal y de la actitud
correcta (que es algo que el coaching puede ayudar a generar), también dependen
de un cambio interior, de que cambiemos nuestro corazón. La “sostenibilidad” del proceso de coaching solo se verá cuando en la
persona coacheada se haya generado un cambio interior. ¿Cómo hacer entonces
que el coaching se convierta en una disciplina que va más allá del solo
coaching?
Un grupo de profesionales del cambio, coaches y consejeros con mucha
experiencia, de SER Group International,
una empresa paraguaya con varios años de experiencia en el tema, desarrollo un
programa para lograrlo, basado en lo que llamaron la “inteligencia espiritual”. Todos conocemos las diferentes teorías
de inteligencia, especialmente la llamada “inteligencia emocional”, muy de moda
actualmente. Pero todas estas inteligencias solo se enfocaban en dos áreas del
ser humano: su cuerpo y su alma. La
inteligencia espiritual complementa estas dos áreas al tomar en cuenta la vida
espiritual del ser humano, la parte de transformación que no depende de nuestra
actitud o nuestras metas y disciplinas personales. Es la parte de nosotros,
nuestro espíritu, que es nuestra fuente de vida, lo que nos hace SER quienes
somos.
Desde hace varios años venimos escuchando en el tema de liderazgo de la importancia de transformar el “ser” para
reformar nuestro “hacer”. Y aquí está la clave de la inteligencia espiritual.
Mientras que las demás estrategias, disciplinas e inteligencias de enfocan en
nuestro “hacer” y nuestro “pensar”, la inteligencia espiritual se enfoca en que
entendamos nuestro “ser”. Al entender con claridad quienes somos y para que
fuimos creados, nuestro “hacer” cambia de perspectiva y deja de ser tan
importante. Comenzamos a alinear nuestro “hacer” con la manera en que somos,
llegando a ser así más efectivos, exitosos y felices.
Es interesante de que a pesar de que el coaching y la formación de líderes
se han puesto cada vez más de moda, mientras más han crecido más vemos una crisis de credibilidad e integridad a
nivel mundial. Es como si en vez de ayudar a que las personas mejoren, ellas
empeoran. ¿Sera que el coaching y las capacitaciones de liderazgo no sirven
realmente? Mi respuesta es: ¡No! El problema no radica tanto en las estrategias
de capacitación que usamos, sino en el enfoque que tenemos. Por años al
capacitar nos hemos enfocado en los resultados externos: las metas, los
resultados, la efectividad, etc., pero hemos descuidado cosas como el carácter,
la personalidad, los valores personales, la forma en que realmente somos –
nuestro interior. ¿Entonces, que nos falta? Todo cambio que quiera ser perdurable y sostenible debe iniciar desde
adentro hacia afuera, desde nuestro ser hacia nuestro hacer. Si nosotros no
cambiamos por dentro, nuestro exterior tampoco cambiara. Estos principios los
conocemos de la educación de los padres: no importa cuántas veces le digas a
tus hijos que no hagan algo que no te gusta, si tu no les das ejemplo con tu
vida, ellos no lo aprenderán, pero si terminaran haciendo exactamente lo mismo
que tú haces, y sin que les hayas enseñado a hacerlo. Nuestro interior, nuestro
ser, se refleja a la larga en nuestro hacer.
¿Cómo logramos cambiar entonces? Si vamos de la premisa de que nuestro
“ser” es la manera en que fuimos diseñados originalmente, entonces debemos
descubrir cómo es ese diseño original, nuestro verdadero “ser”, no aquel que
hemos desarrollado durante los años para soportar nuestro “hacer”. La única manera de averiguar nuestro diseño
original y retomarlo para cambiar desde adentro hacia afuera, es al conectarnos
de nuevo con nuestra “fuente de vida”, nuestro “Creador”. Es en el origen
de nuestra vida que podemos comprender nuestro diseño original, nuestro ser
real. Pero lo más poderoso de todo esto, es que al conectarnos a nuestra
“fuente de vida”, nos conectamos a toda la fuente de poder incluida en ella.
Empezamos a “ser” lo que fuimos diseñados para ser y al permanecer conectados a
la fuente, nuestro poder es ilimitado y nuestro cambio perdurable.
En SER Group International, diseñamos precisamente un proceso para
lograr esto, y hemos capacitado personas expertas en ayudar a generar este tipo
de cambio interior que va más allá del coaching: el SERfer. Un coach te ayudara a generar cambios efectivos en tu
hacer, pero solo un SERfer te puede ayudar a generar también cambios efectivos
en tu ser. Y al cambiar tu ser, tu hacer automáticamente cambia, y al usar tu
inteligencia espiritual, tu ser transformado, tus recursos se vuelven poderosos
e ilimitables y tú hacer tremendamente productivo y efectivo.
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