Cada tipo de personalidad y cultura
percibe el tiempo de manera diferente. ¿Cómo afecta esto y que podemos hacer
para ser más efectivos?
“Administración del tiempo” significa el manejo que le damos a nuestro
tiempo, trabajo y también recursos. Mientras
más efectivos seamos en manejar el tiempo que tenemos a disposición cada día,
más efectivos seremos en nuestro desempeño laboral. Sin embargo, aunque
esta es una verdad, a mayoría de las personas pasan su tiempo preguntándose
adonde se fue el tiempo, por qué no lograron lo que se habían propuesto (si lo
hicieron) en el tiempo que se habían propuesto.
La clave está en la manera en que
administramos nuestro tiempo y en la forma en que somos por naturaleza. Cada tipo de personalidad maneja el tiempo de manera
diferente y por ello se enfrenta a diferentes retos en ese manejo, que de no
comprenderlos, bloquean su efectividad personal.
Al desarrollar este taller, cada integrante aprende su comportamiento
personal de administración del tiempo: dónde se encuentran sus tendencias
principales y cómo generan conflicto con otros. A través de ejemplos reales
analizamos dichos comportamientos y damos unas sugerencias de manejo del tiempo
de acuerdo a cada tipo de personalidad. Dentro de las recomendaciones que damos
nos enfocamos en las temáticas típicas del manejo del tiempo y la planeación: Ser
más efectivo al establecer metas y prioridades, durante la planeación diaria, al
manejar interrupciones, durante las reuniones de equipo o con clientes, al
manejar documentos, al delegar, cuando nos da por aplazar, y durante el manejo
del tiempo en equipo.
Como parte del taller estudiamos el “Principio
de Pareto” o “Principio 20/80”. Descubierto hace muchos siglos por un
griego de nombre Pareto, básicamente dice lo siguiente: “La mayoría del tiempo dedicamos 80% de nuestro tiempo a lograr el 20%
de resultados. Si fuéramos más efectivos, nos daríamos cuenta que con el 20% de
nuestro tiempo podríamos lograr el 80% de resultados”. ¿Cómo? Muy simple - separe sus actividades en “urgentes” e
“importantes” de acuerdo a una de las siguientes 4 categorías:
1.
Lo que no
es ni urgente ni importante:
Este tipo de cosas puede ignorarlas o delegarlas. Solo le quitan tiempo y no
requieren de que usted este pendiente de ellas.
2.
Lo que es
urgente, pero no es importante: Procure delegar esto a otra persona que pueda atenderlo inmediatamente.
3.
Lo que no
es urgente, pero es importante: No tiene que hacerlo inmediatamente, pero debe hacerlo. Defina un
momento para desarrollarlo o delegue en alguien que esté en capacidad de
desarrollarlo.
4.
Lo que es
urgente e importante: Dedíquese
inmediatamente a esto. Este es su 20% que le puede producir el 80% de
resultados. Una vez que salga de esto, dedíquese a lo importante y delegue lo
que solo sea urgente pero no importante.
Si usted sigue diariamente estas reglas básicas de organización, pronto
verá que su tiempo se vuelve más efectivo y productivo.
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