domingo, 17 de octubre de 2010

Nuestro Hogar: Espejo del Alma - 1ra Parte

No hay alma, por poco noble que sea, que permanezca tan aferrada a los objetos de los sentidos, que a veces, no se aparte de ellos para desear un bien mayor.

René Descartes




Partamos de la premisa que nuestro hogar es el reflejo de cómo está nuestra alma y nuestra vida. Es una representación tridimensional de nuestra vida. Cada uno de los habitantes de una casa, deja huellas imperceptibles de lo que és y vive. Y estás 'huellas' influyen sobre otros de manera indirecta. Por eso es que en muchas religiones existen ritos de 'limpieza espiritual' de una casa o un espacio.

Si ahora combinamos esto con nuestro trabajo de simplificación de nuestra vida, podemos partir de la idea, de que al hacer orden en nuestra casa, hacemos en parte también orden en nuestra vida. Veamos entonces cómo, según cada espacio de un hogar:

1. El sótano o 'cuarto de sanalejo': Nuestro Pasado y lo Desconocido.

La mayoría de cosas que guardamos en un sótano o en el depósito de nuestras casas representan 'asuntos sin concluir' y ataduras con nuestro pasado... aquellas cosas que guardamos 'por si acaso las llegamos a necesitar'.

El el sótano de nuestra alma solemos guardar también muchos recuerdos de asuntos sin resolver o de rencores, depresiones y melancolías insatisfechas. Casi nunca entramos en ese cuarto... no queremos despertar los fantasmas del pasado, ni mucho menos lidiar con algo que todavía nos hiere.

Pero al igual que en una casa, el guardar todo eso e ir acumulandolo día tras día, solo hace que sea cada vez más dificil de esconder.

Hablando prácticamente solo queda una solución: bote lo que hay que botar (cierre ciclos) y ordene lo que hay que ordenar, a través de un buen esquema de organización que haga más fácil encontrar lo que se busque en el momento en que sea necesario.

Con respecto a nuestra vida la recomendación es sencilla: cierre los ciclos que hay que cerrar, perdone, limpie su alma y ordene su vida... cree hábitos que le ayudaran a generar los actos y actitudes correctas ante la vida.

2. El altillo: Ideas y Futuro.

Los altillos siempre son el último piso de una casa... están en el lugar más alto y dan la mejor vista de la casa. Desde allí, hablando del alma, podemos vislumbrar nuestras ideas, convertirlas en una visión e imaginarnos un futuro.

Un altillo abarrotado de cosas es un espacio completamente desaprovechado. Una vida llena de sueños e ideas sin realizar, es una vida condenada a la lamentación... 'Si tan solo hubiera...'.

Un altillo bien organizado, aprovechado y convertido en un buen cuarto creativo, nos da la posibilidad de que nuestros sueños e ideas no se queden solo en eso, sino que se hagan realidad, pues una vez organizado contamos con un 'laboratorio' para ensayar y desarrollar esas ideas. Incluso puede llegar a convertirse en la oficina de nuestro primer negocio o el 'aposento alto' de nuestros mejores tiempos con Dios.

En nuestros hogares tenemos muchos recursos que han permanecido desaprovechados por mucho tiempo. Por eso en los siguientes blogs seguiremos hablando de este tema.

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