miércoles, 11 de mayo de 2011

Integraré toda mi vida para alcanzar el éxito - Aprendiéndo a aligerar el viaje

"Si tuviese que vivir mi vida de nuevo,
me atrevería a cometer más errores.
Me relajaría.
Haría más travesuras.
Me tomaría menos en serio...
Comería más helados y menos fríjoles.
Tal vez podría tener más problemas reales,
pero menos problemas imaginarios.
Fíjese, soy una de esas personas que siempre vivió la vida seria y sanamente,
hora tras hora, día tras día.
He sido una de esas personas que nunca viajó a ninguna parte sin un termómetro clínico,
una bolsa de agua caliente,
un impermeable y un paracaídas.
Si tuviese que hacerlo de nuevo,
viajaría con menos carga."

Anciana de 65 años


¿Cómo gustaría a usted vivir la vida?

Al leer el escrito del comienzo, muchos de nosotros empezamos a reflexionar sobre nuestra vida. Seguramente nos identificamos con la anciana y deseamos aprender a ser más relajados y vivir la vida con más sencillez. No espere a que sea muy tarde para hacerse las preguntas correctas. Usted está a tiempo de cambiar su vida y vivir la vida que siempre ha deseado.

Pregúntese lo siguiente: ¿Cómo le gustaría que fuera su vida? ¿Cómo le gustaría vivirla? ¿Qué tipo de influencia e impacto le gustaría tener? ¿Qué legado le gustaría dejar? La razón del por qué muchas de las respuestas a estas preguntas distan de ser una realidad para nosotros se debe al hecho de que la cultura nos ha formado para pensar que ser exitosos depende de solo nuestro trabajo o nuestras posesiones. Pero, ¿de qué le sirve a usted tener una gran empresa, cuando su matrimonio está acabandose, o sus hijos están mal? El verdadero éxito está en el balance de todas las áreas de nuestra vida. Solo en la medida en que somos capaces de manejar nuestras vidas personales, nuestras familias y nuestra relació con Dios, podremos manejar con éxito el ámbito público.

¿Cómo pérdimos el equilibrio?
Perdimos el equilibrio en la medida en que nuestras prioridades empezaron a cambiar con la industrialización, el acelere de la vida y la idea de que todo el tiempo debemos producir, producir y producir. Eso nos ha llevado a dedicar todo nuestro tiempo solo a un área de nuestras vidas y descuidar el resto. Con el tiempo se destruyen nuestras relaciones, nos quemamos y terminamos frustrados con un aparente éxito, del cual no nos podemos sentir muy orgullosos.

Resultados del desequilibrio
Ese desequilibrio termina produciendo un 'burning out' (agotamiento, el 'quemarse'). Cuando usted llega a este punto, termina enfermándose física y emocionalmente. Vemos que hoy en día han aumentado las visitas al médico por sintomas relacionados con el estrés. Muchos se podrían evitar si tan solo llevaramos una vida más balanceada. Cuando el agotamiento nos afecta emocionalmente entramos facilmente en depresiones y situaciones que nos hacen vivir la vida de manera apática o resignada: cómo no podemos cambiar nada (eso pensamos), entonces para que luchar. Existimos, pero no vivimos.

¿Cómo cambiamos eso? A continuación quiero mencionar algunos tips para inciar el proceso de cambiar esas situaciones e iniciar un camino más sano hacia su éxito personal:

A. Equilibre sus prioridades: Relaciones profesionales y básicas:
  1. Gobierne sus impulsos: Cuando nos dejamos llevar por nuestro impulsos, terminamos haciendo y viviendo cosas que no queremos y que no nos llevan a ningún lugar positivo. Aprenda a disciplinarse y a evaluar por qué hace lo que hace. Genere acciones concretas para contrarestar momentos de reacción espontánea. Antes de reaccionar pregúntese siempre: ¿Qué pasará, qué generaré si reacciono de X o Y manera?
  2. Reordene sus prioridades: Deje claras sus prioridades. Recuerde que un órden sano de prioridades pone de primeras nuestra relación con Dios, después viene nuestra esposa, después nuestros hijos, después nosotros como personas y por último todo nuestro 'quehacer': iglesia, trabajo, etc. Si usted tiene sus prioridades al revés, pronto se encontrará desbalanceado y viendo su vida quebrar.
  3. Reajuste su programa: Cambie su agenda de acuerdo a sus prioridades. Defina un nuevo programa de vida más acorde a sus prioridades y metas de vida. Cambie la manera de hacer las cosas.
B. Equilibre sus actitudes: Estructura y espontaneidad:
  1. Ajuste las metas y flexibilice los planes: Deje más claras sus metas. Defina específicamente a dónde quiere llegar y qué quiere lograr. Elabore después un plan para alcanzar sus metas, pero sea flexíble con él. Permitase de vez en cuando un respiro y algo fuera de su plan, sin que por ello lo pierda de vista.
  2. Piense en función del proceso, no solo del producto: Disfrute el camino de su vida y no piense solamente en los logros que espera alcanzar. Recuerde que es más importante el proceso (la persona en la que se está convirtiendo) que el resultado (lo que espera alcanzar). Enfóquese en 'ser' más que en 'hacer'.
  3. Trate las interrupciones como huéspedes: No se moleste por situaciones y personas inesperadas en su vida. Véalas como una oportunidad de aprender más, de ampliar sus horizontes. Y después siga de manera normal su rumbo. Disfrúte las interrupciones y sáqueles el mejor provecho.
C. Equilibre las metas: Resultados y relaciones:
  1. Haga un listado de sus metas: Use herramientas como el SMART, el DOFA, el Principio de Pareto y otras para definir y organizar sus metas de manera clara y relevante. Tener una lista le ayudará a llevar un record sobre lo que está alcanzando y lo que no.
  2. Siga su intuición y su lógica: Permita que su 'voz interior' le guíe de vez en cuando. Se sorprenderá de lo que surge. Pero no se limite a la intuición, use la lógica como respaldo y sea lo más objetivo posible al tomar decisiones finales.
  3. Ame a las personas, utilice las cosas: Recuerde que lo más importante en la vida no son las cosas, sino sus relaciones. Concéntrese en amar a las personas y verá resultados muy positivos. Las cosas solo son temporales, las relaciones permanecerán para siempre.


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